Animarse a tomar un avión sola a Cuba.
Escuchar los sabios consejos del cubano Raúl para moverse en La Habana mientras desayunas un plato lleno de frutas de las que no sabés el nombre.
Recorrer la parte más pobre de Habana Centro de la mano de Lázaro, conocer a sus amigos, comer con ellos en la calle.
Entrar "colada" al recital de Pablo Milanés en el Teatro Nacional gracias a Geraldo, y ver desde la segunda fila, comiendo chicharritos, como el teatro repleto canta sus canciones.
Pasear por La Habana Vieja con Ariel, y escuchar de su vida en el ballet Nacional Cubano y su fe en Oshun.
Calzarse las patas de rana, hacer Snorquel y que un inglesito biólogo te cuente que pececitos estás mirando.
Participar de cenas larguÃsimas con 3 italianos, en las que no faltan la canchancha y la langosta y las conversaciones sobre Berlusconi, Rusia, y las relaciones a distancia.
Repetir tus visitas nocturnas a las escalinatas de Trinidad, donde está la casa de la música, hasta de que los demás te saluden por tu nombre.
Enamorarse de un fotógrafo francés, y dejarse retratar en el Malecón.
Conocer Santa Clara, que se te erice la piel frente al monumento al Che y que en el viaje de vuelta a Trinidad un cubano te explique el funcionamiento del mercado negro.
Bailar salsa con cubanos, aprender mover la pelvis al ritmo del "Reguetón", tener conversaciones en voz baja, dormir en sus casas, entender ese miedo a que se muera Fidel.
Sumar 6 mojitos y 3 piñas coladas a las 5 de la tarde, meterse al mar y sonreÃr al verse los deditos de los pies.
Despedirse y escuchar: tu est merveilleuse, Catalina. Y creérselo.
Para todo eso, No existe Mastercard.
(Dado que no tengo la intención de convertir este blog en un somnÃfero diario de viaje, ampliaré solo a pedido, sobre estos items u otras inquietudes. Sobre las eventuales futuras lÃneas escritas con relación a los hechos precedentes: no serán escatimados detalles escatológicos ni escenas de alto, bajo o nulo contenido erótico, asà como tampoco serán presentadas pruebas de veracidad. Mientras seguimos con nuestra programación habitual, adelante ustedes.)