- Podìa construir en mi patio y con mis propias manos un auto del tamaño de un tanque y con forma de zapatilla (?). Lo que era imposible (y por eso abandonè el proyecto) era, una vez construido el armatoste, trasladarlo del patio a la calle por el pasillo de casa.
- Si escribìa en el ùltimo renglòn (el gordo) de las hojas de mi cuaderno, mi maestra me harìa repetir de grado.
- Las toallitas femeninas eran plantillas para descansar los pies.
- Era una mala hija porque habìa mirado, a pesar de la prohibiciòn de mi mamà, todas las novelas de la tarde con mi abuela.
- La luna me seguìa.