Agarrate, Catalina!

La bronca que me dio tener que levantarme con esta lluvia. Me desperté y le di un cabezazo a la almohada, así con furia, para que se enterara que nadie me arranca de mi quinto sueño y la saca barata (?).

Y ahora que lo pienso creo que ese episodio sigue el patrón "interactúo con los objetos como si fueran personas".
No sólo quise castigar de un mamporro a la almohada por tener que salir de la cama, sino que ya le pedí dos veces perdón al marco de la puerta, esta semana, por llevármelo por delante.
Dije patrón, no leitmotiv. No se trata de que quiero convivir en armonía con el universo y por eso respeto a los objetos tanto como a mi prójimo. Es más bien patológico.
Otro ejemplo: no se que cazzo quería enchufar y no llegaba el enchufe hasta la zapatilla y tiré y tiré hasta que llegó, tomá mierda. A la media hora saltó el interruptor, aaapuuff, quedó toda la oficina sin luz, se me apagó la compu, el aire, la cafetera, la heladera. No sé con exactitud que fue lo que desencadenó el corte, pero por las dudas, antes de levantar la palanquita para que volviera la luz, desconecté el cable estrangulado y le susurré: no le digas a nadie...

Y así y así.