Pasè el domingo en pijama y con el pelo hecho una maraña, como es debido. Se hicieron las 19.30, y me sentìa ligeramente reconfortada porque acomodè los zapatos de invierno y guardè los de verano; puse en orden varios, muchos, papeles de mi tesina, hasta habìa ya lavado la lechuga para mi almuerzo de mañana, y casi podìa asegurar que *odio este domingo hìbrido de siempre me da igual me da igual* habìa pasado sin llanto ni pseudos alucinaciones suicidas cuando mi madre dice:
- Me duele mucho la cintura, ¿vos no irìas al video a devolver esta película?
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
Suscribirse a Entradas [Atom]