Agarrate, Catalina!

Namber Nain Namber Nain Namber Nain...

domingo, 28 de enero de 2007

 

A modo de FKR* (léase efkeiaaar)


*Fucking weekly report.


No, mi ausencia por estos lugares no se debe a me fui a Pinamar a participar del concurso veraniego de culos en tangas autoflagelantes. Ni cerca. Ni ahí, como dicen lo jóvenes. Pero ni ahí maaaal.

La cuestión es que abandoné mi humilde trabajo de asistente de pyme villurquense (next to Villa Ortúzar). Lloré lágrimas de administrativa alimentada a tickets multipass (porque en el fondo soy una nostálgica de la comodidad adquirida), junté mis petates y me mudé a una Global Company con sucursal en barrio top porteño.

Mi job description (si, tengo una job description) incluye casi los mismos items mi anterior empleo. Digamos que en vez de "Che, Ca" soy una "Hey, Ca" pero con algo más de development perspective. Un giro de 90 grados, ponele, y así quedé mirando pal norte. Literalmente.

Qué se yo, para que se den una idea, este lugar, al que llamaremos Monster´s Inc, es muy global (con acento en la o) muy english speaking enviroment, muy growth opportunity, mucho client customized, mucha expertise oriented. Una buena chance de participar, conocer, y con suerte salir ileso del american way of fucking.

La primera semanita de trabajo fue ardua. Es increíble la cantidad de información interna con la que te bombardean. El primer día recibí dos manuales: uno a modo de guía de buen comportamiento del trabajador sudaca en una Firm de tal calaña, y otro de unas 200 páginas que contiene toda la descripción de la visión y la misión de la empresa y de sus chiquimil departments. Amazing. Pasear por esas hojas es desesperante. No hay forma de retener una idea. No-la-hay. Es como un gran libro de marketing de Kotler. Diez mil palabras y ningún sustento, sólo un objetivo: "Put on the T- shirt and get to work". Y si les parece un detalle de color, pues no. Hay un examen venidero cuya bibliografía son esos manuales... Si, lo que leyeron.

Me recibieron como a una reina, porque hay que reconocerlo: tienen una forma de hacerte sentir parte igualitaria muy muy eficaz. El resto fue estrujarme como a una esponja y sumergirme en sus aguas cristalinas. Absorbí cuanto pude: de training en training, de follow up en follow up, voy entendiendo de qué va la cosa, y en el entretanto rebalsé la cafetera, mandé a imprimir 100 hojas de power point cuando sólo necesitaba 5, y en el afán de reconocer mi nuevo llavero cerré un mueble sin llave que hubo que detrabar y abonar $100 cerrajero. Invertí, a modo de cálculo rápido, 3 horas por día en desentrañar varias de las millones de iniciales con las que gustan nombrar tareas, áreas y productos. De la cafetera y de las impresiones laser nadie se enteró. El mueble impenetrable fue culpa de quien perdió las llaves en primera instancia. Inimputable. Un éxito. La aversión por las palabras completas es algo que aún me queda por racionalizar.

Las pequeñas delicias del trabajo administrativo consisten en que uno tiene acceso a información inútil, pero sabrosísima para quienes disfrutamos del beneficio de saber algo que los otros no. La planilla de sueldos, por ejemplo. Más que alentadora por cierto, si bien soy the last big ear of the bowl, confío en que la cosa se vaya nivelando a un green standard de parámetros dolarizados.

So far, so good. Cruzamos los dedos, hacemos de tripa corazón y vemos qué tanto me puede servir este salto al pay roll employment. (repito como un mantra, hace 7 noches)

Ah, y FYI, que si alguien gusta de hacer explotar el vil modelo capitalista desde su misma raiz, y necesitan una infiltrada, ya saben dónde encontrarme.


Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]





<< Página Principal

Archivos

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]