En la esquina de LM Campos y Olleros hay un señor pidiendo monedas, pero como no tiene manos ni antebrazos interpone a tu paso su muñon.
Nunca le di "una monedita para colaborar" sólo porque su muñón me causa terror.
Yo sé que es (soy) horrible, pero loco, escuchá: Muñón.
Uiiiiiijjjj.