Hace 10 años, me llegaba un mail, un mail de él, con toda la onda, invitándome a una fiesta.
Me hice negar, porque a veces soy así, linda y difícil. Me decía que me ponía en la lista.
El tiempo pasó. Él no se rindió, no claudicó, nunca. Y yo, histérica buscarroña, jamás le mandé un desususcrimelocomancopate.
Una década después repito: NO, Sebas Barceló, no pienso ir a ninguna de tus putas fiestas, ni after office ni after hour, ni after pidorcha.
No. Delete.